martes, 14 de septiembre de 2010

Tarde

Esquivando baldosas sueltas, que después de Santa Rosa esconden agua sucia, iba apuradísima para no llegar tarde al trabajo una vez más.
Todos los días la misma historia, y todos los días la entrada es a diferentes horas, pero el tiempo nunca me alcanza, y en otros momentos el tiempo me sobra.
Y cuando el tiempo me sobra y creo que por una vez voy a llegar a tiempo, se suceden los imprevistos más curiosos, cómo una lluvia torrencial, y la visita de una encuestadora del Instituto Nacional de Estadística para preguntarme si en mi casa hay húmedad, si tengo secarropas, si tengo auto, y de cuanto es mi salario.. claro, entre otras cosas.
 Y por si fuera poco, a la semana siguiente viene otra encuestadora a hacerme las mismas preguntas, porque estaba supervisando a la encuestadora anterior y aleatoriamente salí favorecida con su visita!!!
También en un día lluvioso, en el que no tengo ni secarropa, ni auto, y las baldosas siguen flojas. Una vez más llegué tarde, pero nadie se dió cuenta.

G