Todos los días la misma historia, y todos los días la entrada es a diferentes horas, pero el tiempo nunca me alcanza, y en otros momentos el tiempo me sobra.
Y cuando el tiempo me sobra y creo que por una vez voy a llegar a tiempo, se suceden los imprevistos más curiosos, cómo una lluvia torrencial, y la visita de una encuestadora del Instituto Nacional de Estadística para preguntarme si en mi casa hay húmedad, si tengo secarropas, si tengo auto, y de cuanto es mi salario.. claro, entre otras cosas.
Y por si fuera poco, a la semana siguiente viene otra encuestadora a hacerme las mismas preguntas, porque estaba supervisando a la encuestadora anterior y aleatoriamente salí favorecida con su visita!!!
También en un día lluvioso, en el que no tengo ni secarropa, ni auto, y las baldosas siguen flojas. Una vez más llegué tarde, pero nadie se dió cuenta.
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